El olivar en julio. Soportar las altas temperaturas.

El olivar en julio. Soportar las altas temperaturas.

Julio es uno de los meses más cálidos del año, por lo que representa un periodo crítico en el olivar, y por lo tanto en la producción de aceite de oliva. Las altas temperaturas, la escasez de lluvias y la maduración del fruto exigen cuidados especiales para garantizar una cosecha abundante y de calidad. En este artículo, profundizaremos en las labores que habitualmente se realizan en el olivar en esta época.

 

La parada vegetativa del olivo en verano.

Tal y como vimos en el artículo publicado el mes pasado: el olivar en junio, la entrada del verano supone un momento clave para el olivo. Por lo general, una vez terminado el mes de junio, el hueso de la aceituna ya se encuentra formado, por lo que el olivo pasa a un estado que se puede denominar de parada vegetativa, un descanso de su actividad natural para hacer frente a las altas temperaturas del verano.

Esto supone un ahorro de energía para el propio árbol, y es una de las razones que hacen que el olivo sea una de las especies más fuertes y resistentes a las inclemencias del tiempo, especialmente a la falta de lluvia.

En este tiempo, hay una serie de labores y atenciones que los agricultores suelen llevar a cabo para garantizar la calidad de la cosecha, ya que el fruto está prácticamente formado y debe desarrollarse correctamente antes de la primera cosecha de octubre.

Es interesante hacer una pequeña aclaración entre las necesidades del olivar en el mes de julio diferenciando entre los olivos de secano y los olivos de regadío.

 

Olivares de secano y de regadío durante el verano.

El mes de julio en el olivar de secano.

El olivar de secano es aquel formado por olivos que solo dependen de la lluvia para su desarrollo. Es la forma de cultivo más tradicional del olivo.

La producción de aceituna, y por lo tanto de aceite de oliva, es más baja que en los olivos de regadío, y el resultado de las cosechas está directamente relacionado con la cantidad de precipitaciones que se hayan producido cada año.

Por otro lado, la calidad del aceite que producen es superior, y ofrece cualidades de sabor y aroma superiores. Además, con el paso del tiempo, lo olivos de secano se vuelven más resistentes que los de regadío y tienen una vida más larga, llegando algunos de ellos a superar los cien años.

Los cuidados del olivar de secano en verano.

Debido a la falta de lluvias en verano, los cuidados del olivar de secano se centran en llevar a cabo una labor de preparación previa del terreno, especialmente del suelo. Su estructura, composición y capacidad de retención de humedad son factores determinantes para la supervivencia y el rendimiento del árbol.

De los muchos cuidados que los olivareros llevan a cabo en este tipo de plantaciones, podemos destacar uno que será especialmente eficaz contra las altas temperaturas, que es garantizar que exista una cubierta vegetal que proteja el suelo del sol.

Asegurar que una buena cubierta de hierba recubra el terreno del olivar hará que el sol no incida directamente sobre el suelo, evitando que lo seque y lo erosione.

 

El mes de julio en el olivar de regadío.

 El olivar de regadío es aquel que recibe agua de manera artificial a través de sistemas de irrigación. Esta práctica permite controlar de forma precisa la cantidad de agua que recibe el cultivo.

Generalmente los olivos de regadío dan como resultado una mayor producción de aceituna por hectárea, por lo que el rendimiento de la cosecha y la cantidad de aceite que se produce es mayor.

En otro artículo entramos a describir con más detalle el olivar de regadío y los diferentes tipos de explotaciones (intensivo, superintensivo...), aquí vamos a centrarnos en los cuidados durante el verano.

Los cuidados del olivar de regadío en verano.

En esta época los cuidados en el olivar de regadío se centrarán en garantizar que el árbol cuenta con la cantidad de agua necesaria para hacer frente a las altas temperaturas.

El riego debe ser regular y adaptado a las condiciones climáticas y al tipo de suelo. La cantidad de agua a aplicar dependerá del tamaño del árbol, la edad, el tipo de suelo y las condiciones climáticas. Es importante evitar el encharcamiento, ya que puede favorecer el desarrollo de enfermedades para el árbol.

El riego por goteo es el sistema más eficiente para el olivar, ya que permite aplicar el agua directamente a la zona de las raíces, minimizando las pérdidas por evaporación.

 

La poda “en verde”.

Otro de los cuidados que se llevan a cabo en el olivar en verano es la poda del árbol para eliminar aquellas ramas o brotes no aprovechables, y que quitarán recursos a las que están produciendo frutos.

Con este tipo de poda también se mejorará la ventilación del árbol, que será necesaria para soportar las altas temperaturas.

Generalmente este tipo de poda se suele llevar a cabo en agosto, aunque se puede realizar a finales de julio o a principios de septiembre dependiendo de las circunstancias.  

 

Las plagas del olivar en julio.

Julio, con sus altas temperaturas y condiciones secas, es un mes especialmente propicio para el desarrollo de diversas plagas en el olivar. Estas plagas pueden causar daños significativos en la producción y calidad de la aceituna, por lo que es fundamental conocerlas y adoptar medidas de control adecuadas.

Las Principales Plagas del Olivar en Julio:

  • Mosca del olivo (Bactrocera oleae): Es la plaga más común y dañina del olivo. Las hembras depositan sus huevos en el interior del fruto, donde las larvas se alimentan de la pulpa. En esta época, con los frutos ya formados, esta plaga puede ser especialmente peligrosa.

  • Prays (Prays oleae): Esta polilla tiene varias generaciones al año y afecta a diferentes órganos del olivo. Como vimos en el artículo del mes pasado, el olivar en junio, la 3ª generación ataca a los frutos ya formados, causando daños importantes en la producción.

  • Cochinilla del olivo (Saissetia oleae): Este insecto succiona la savia de las ramas y hojas, debilitando al árbol.

  • Otiorrinco del olivo (Otiorhynchus cribicollis): Aunque no es una las plagas más importantes, también debe ser tenida en cuenta. Las larvas de este escarabajo se alimentan de las raíces, mientras que los adultos roen las hojas y los frutos.

  • Barrenillo del olivo (Phloeotribus scarabaeoides): Creciente en los últimos años. Este pequeño escarabajo perfora la madera del olivo, causando daños en las ramas y el tronco.

 

Como hemos podido comprobar en este artículo, el cultivo del olivo y la producción de aceite de oliva requieren de una serie de cuidados muy precisos para que el resultado final sea una cosecha abundante y de calidad, que nos permita disfrutar del oro líquido que tanto nos gusta y que tan necesario es en nuestros hogares.

Espero que este artículo sobre el olivar en julio te haya gustado y te haya sido de utilidad.

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