El pollo al ajillo es una de esas recetas con las que sólo puedes acertar. Se trata de una receta tradicional de las más populares y que a todo el mundo gusta, de esas que levantan la nostalgia de la buena comida casera, hecha con cariño y a fuego lento.
Como pasa con otras muchas preparaciones, la clave de un buen pollo al ajillo está en la salsa. Lo que vamos a intentar conseguir con esta elaboración es que el aceite vaya quedando bien aromatizado con el ajo, y que al mezclarlo con el vino blanco y el caldo de pollo consigamos un sabor muy específico para nuestra salsa, que nos va a hacer salir corriendo a por un trozo de pan para mojar y disfrutar su increíble sabor.
He querido compartir contigo la receta tal y como yo la aprendí de mi madre, y al final de la misma te aporto algunas recomendaciones, sobre todo respecto a algunos ingredientes específicos, como las partes del pollo que le van mejor a la receta, el tipo de aceite de oliva que he utilizado, o la forma de espesar la salsa.
Espero que te guste y que le prepares con los tuyos en casa. No te defraudará.
¿Qué aceite de oliva he utilizado en esta receta?.
Siempre utilizo un buen Aceite de Oliva Virgen Extra en todas las recetas que hago. En este caso he utilizado un Picual de la Sierra de Cazorla, en Jaén, que me encanta usar para cocinar. Es un aceite de muy buena calidad y que a pesar de ser de la variedad Picual no es tan intenso en sabor como otros. Lo utilizo mucho tanto en frituras como en guisos.
Hay que tener en cuenta que en esta receta lo que vamos a hacer es aromatizar el aceite con el ajo. Por este motivo no necesitamos un aceite de sabor muy intenso, pero sí que sea de calidad y que nos enriquezca la preparación.
Recomendaciones a la hora de cocinar pollo al ajillo:
A la hora de comprar el pollo:
Mi recomendación es comprar medio pollo troceado, pensando en hacer pollo para 3 personas. Pero si a ti te gusta mucho más una parte específica del pollo puedes hacerla solo de contramuslos, muslos o trozos de pechuga, pero yo creo que lo ideal es una combinación de diferentes partes.
Lo que sí que te recomiendo es que utilices algunas partes con hueso, ya que aportarán un sabor estupendo, y lo mismo te digo de la piel. La piel, al dorarse aportará sabor y también hará que la carne quede más jugosa. Si no te gusta la piel puedes quitársela al final cuando ya esté cocinado, pero te recomiendo que la dejes durante la elaboración.
Sobre los ajos:
En esta receta es importante que utilices los ajos de dos maneras: cortados y picados en trozos pequeños, y también enteros y sin pelar. Los ajos enteros, con su piel, serán los primeros que utilizaremos, procura que no se quemen, la piel los protegerá e irá ablandándolos y dejando un sabor magnífico. Los ajos picados deben dorarse bien.
En total yo he utilizado 7 dientes de ajo.
Para espesar la salsa de nuestro pollo al ajillo:
A mí me gusta utilizar un poco de harina para espesar la salsa cuando ya los ajos han aromatizado muy bien el aceite, pero esto no es imprescindible, es sólo porque yo soy de los que les gusta esta salsa con su textura un poco más espesa, pero si te gusta con una textura más parecida a la del pollo en salsa, es decir, algo más líquida, también resultará deliciosa.
Debes tener en cuenta que si usas harina no queremos que ésta le aporte prácticamente ningún sabor a nuestra preparación, por lo que no debe tostarse mucho, simplemente
integrarse y espesar el aceite con los ajos. Por esto, al añadir la harina remueve muy bien hasta que se haya integrado, deja que se cocine solo un minuto a fuego medio y acto seguido añade el vino blanco.
¿Usar Zumo de limón?:
Hay personas que añaden un poco de zumo de limón a esta receta. Generalmente se usa sólo el zumo de medio limón. Yo no lo uso porque con el vino blanco y los ajos es suficiente para mí, ya que el resultado es una salsa con sabor intenso que en mi opinión no necesita de la acidez del zumo de limón, pero si te gusta puedes añadirlo y seguro que el resultado también será muy bueno. Yo uso zumo de limón en muchas otras recetas.
Receta de pollo al ajillo paso a paso:
Ingredientes para 2/3 personas.
-Medio Pollo troceado.
-7 dientes de ajo. 4 enteros con piel y otros 3 pelados y picados.
-1 cucharada sopera de harina.
-1/2 vaso de vino blanco.
-400 ml de caldo de pollo.
-Aceite de Oliva Virgen Extra.
-Pimienta negra.
-Sal.
Elaboración:
Paso 1: Salpimentamos los trozos de pollo y los dejamos en un plato hasta que los vayamos a usar.
Paso 2: En una cazuela ponemos a calentar a fuego medio/alto un poco de Aceite de Oliva Virgen Extra. Cuando esté caliente añadimos los 3 ajos enteros con piel y dejamos que se doren durante unos minutos.
Paso 3: Añadimos los trozos de pollo. Lo que vamos a hacer es sellar el pollo, tan sólo queremos que se nos dore por fuera, por dentro seguirá crudo. Tras unos minutos lo vamos a sacar y lo reservamos para más adelante.
Paso 4: Añade a la cazuela los ajos picados y deja que se doren junto a los que tienen piel.
Paso 5: Cuando los ajos se hayan dorado añade la harina y remueve muy bien para que se mezcle con el aceite, asegúrate de que se integra bien y no quedan grumos.
Paso 6: Cuando se haya mezclado añade el vino blanco y deja que evapore casi todo su alcohol. Remueve de vez en cuando y vas ir obteniendo una textura como la que se ve en la imagen.
Paso 7: Vuelve a colocar en la sartén los trozos de pollo y añade el caldo.
Paso 8: Deja que se cocine a fuego medio durante unos 20 minutos en total. A los 10 minutos prueba la salsa para ver si está a tu gusto de sal (ten en cuenta que es posible que el caldo que hayas añadido ya contenga sal). Déjalo reposar unos 10 minutos con el fuego apagado y ya lo tienes listo para comer.
Puedes servirlo acompañado de patatas fritas o patatas al horno. También va muy bien con espárragos trigueros salteados. ¡Que lo disfrutes!.
